Con este #hashtag creado por nuestros Jóvenes Zaccarianos también los Barnabitas y jóvenes de nuestras comunidades hemos iniciado a preparar el próximo Sínodo de los obispos: Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.
Querido vivamente por el Papa Francisco, toda la Iglesia está llamada a reflexionar sobre el modo en el cual se está trabajando con el mundo juvenil en todas las latitudes humanas y geográficas y a buscar respuestas a sus preguntas.
La carta que Papa Francisco ha escrito para presentar los objetivos del Sínodo indica con claridad cuál debe ser el método a seguir para reflexionar y encontrar las respuestas: orar, concovar, escuchar, reflexionar, discernir, escoger.
Es muy claro también en el documento de preparación esta atención a cuidar la escucha y el comprometer a los jóvenes cercanos y lejanos para verificar mejor si nuestro cuidado pastoral hacia los jóvenes mismos necesita de una reforma.
Como pueden notar los más atentos conocedores de nuestra espiritualidad zaccariana, este método es muy cercano a la pedagogía barnabita que en los siglos ha siempre querido a los jóvenes no como objeto pasivo, sino que como sujeto activo del proprio trabajo educativo e evangelizador.
Llamados por la invitación del Papa, queriendo “bajar del trono” sobre el cual a menudo nos agrada permanecer, hemos comenzado a encontrar a los jóvenes de Brasil, Chile, Argentina, aquellos italianos y mexicanos proprio para preparar una reflexión adecuada de enviar al Sínodo de los Obispos. No falta además el compromiso de los padres destinados a la pastoral juvenil convocados en Río de Janeiro y en Bruselas. La Iglesia no son solo los ministros y los fieles, la Iglesia es el todo el Pueblo de Dios que busca de crecer para hacer presente el Reino de Dios.
La primera reacción de los jóvenes a esta convocación ha sido la de apreciar que se les pidiese su punto de vista, que se escuchase su experiencia cristiana con todas las dificultades que conlleva; la segunda reacción ha sido la de agradecer el confrontarse con sus pastores; la tercera reacción es la de no querer perder el tren de la reforma, especialmente porque tantos de sus conocidos necesitan escuchar la Buena Noticia, pero además lo difícil de ser cristianos y no ser encasillados.
Por el momento no tenemos el detalle del camino que queremos recorrer, lo encontrarán en nuestro blog, pero el deseo de trabajar con profesionalidad es seguramente el primer y necesario buen augurio para un buen trabajo.
Una cosa es cierta, pediremos a todos ustedes, en modo personal o en comunidad, de rezar para que este camino de discernimiento nos dé los frutos esperados.
Invocando juntos a s. Alejandro M. Sauli, para que acompañe a los jóvenes y a sus pastores a reconocer el “olor de las ovejas” que queremos llegar.
Departamento de Pastoral Juvenil de los Padres Barnabitas.
Departamento de Pastoral Juvenil de los Padres Barnabitas.