“LO VIO, SINTIO COMPASION Y CUIDO DE EL” y un episodio de la vida de San Antonio María Zaccaria
(Fundador de la Orden de los Clérigos Regulares de S. Pablo- Religiosos Barnabitas)

 

 1.2.1 Breve introducción a la vida del Santo.

San Antonio M. Zaccaria nació en Cremona (Italia) a fines del año 1502. Su Padre, Lázaro Zaccaria, murió un año después del nacimiento de San Antonio María, dejando un buen patrimonio a su joven esposa e hijo. La madre, Antonieta Pescaroli, era una santa mujer, siempre educó y catequizó a su hijo en las cosas de Dios.

Antonio María, con 18 años se dirige a la ciudad de Padua, donde realizó sus estudios de medicina. Antes de viajar, hizo su testamento, renunciando a todos sus bienes en favor de su Madre, reservándose una pequeña cantidad para el pago de sus estudios. Antonio María, al regresar, encuentra Cremona siendo disputada por españoles y franceses, que la ocupaban y saqueaban, reduciéndola a una situación de miseria. Por este motivo, tomó la iniciativa de reunir en la Iglesia de San Vital, cerca de su casa, al más variado tipo de personas (casados, profesionales, madres, jóvenes) para realizarles talleres bíblicos, sobretodo de la doctrina de San Pablo, con el fin de mejorar las costumbres y propagar la doctrina cristiana. En este tiempo escogió como director espiritual a Fray Marcelo y, posteriormente a Fray Bautista de Crema, ambos dominicanos. La relación con Fray Bautista, a quien llamaba “Padre”, hizo madurara en él su vocación sacerdotal. Se dedico, por tanto, a los estudios en Teología y Sagrada Escritura, en especializándose en los escritos de San Pablo. En 1528 es ordenado Sacerdote, sin vinculo con una diócesis o congregación, para tener la libertad de ejercer su apostolado en el mundo interior, sin quedar ligado a una Iglesia particular. Contrariamente a las tradiciones de su tiempo, pide celebrar su primera misa sin solemnidades exteriores. De hecho, la celebra en la Iglesia de San Vital, solamente con la participación de su Madre y algunos parientes. Este mismo año funda una capilla dedicada a San Pablo, poniendo su sacerdocio bajo la protección del Apóstol. Como sacerdote, ejerce su apostolado como animador del “Grupo espiritual de la Amistad”. A los participantes de este grupo impartió muchas conferencias sobre la perfección cristiana, basadas siempre en la Sagrada Escritura, sobretodo en San Pablo. Imbuido totalmente de la idea de renovación, dominado por un compromiso ascético-personal, ofrece un ejemplo de vida integra y una acción incisiva en el ámbito de la fe y de la caridad. Completando su fe con las obras, abre las puertas de su casa a todos los pobres de Cremona, para poder cuidarles sea el cuerpo como el espíritu. En este periodo, la Condesa de la ciudad de Guastalla, Ludovica Torelli, por consejo de Fray Bautista de Crema, escogió San Antonio María como su capellán y director espiritual. Con este nuevo encargo, tuvo que dividir su tiempo entre Cremona y Guastalla. A fines del 1530, Antonio María, después de una breve permanencia en Guastalla, con su director espiritual, Fray Bautista, decide dedicar sus energías a un campo de pastoral mas abierto y amplio, dirigiéndose a Milán.   En Milán, entra en contacto con la “Cofradía de la Eterna Sabiduría” a la cual adhirió con entusiasmo. Este movimiento de espiritualidad había sido fundado en los primeros años del siglo XVI por Antonio Bellotti, sacerdote de Ravena. En el mismo año de 1530 encontramos entre sus miembros a los futuros fundadores de los Barnabitas y de las Angélicas: San Antonio M. Zaccaria, Bartolomé Ferrari, Santiago Antonio Morigia, Fray Bautista de Crema, Ludovica Torelli e Virginia Negri. Podemos considerar allí el inicio de las dos Congregaciones.

Antonio María encuentra a Bartolomé Ferrari y a Santiago Antonio Morigia ya orientados en programas de reforma y experiencias en la asistencia a los que sufren, en obras de caridad y en el estudio de San Pablo. Hace con ellos un pacto de amistad que en el futuro se concretizará en la fundación de las tres familias religiosas, inicialmente bajo el título de “Los Hijos de Pablo Apóstol”. En su mente están presentes equipos apostólicos de voluntarios bien preparados e disponibles con la finalidad de trabajar por la reforma de las costumbres y la renovación de la vida, se personal, como social. La auténtica vivencia de amor al prójimo lleva a los miembros de estos equipos a la práctica organizada de la pastoral, sin vincularse a una diócesis y sin optar por la vida de clausura. A las 17 hrs. del 5 de julio de 1539, con 36 años se durmió en los brazos de su madre en la tierra y despertar en los de su Madre celeste. El 27 de mayo de 1897 es proclamado santo por el Papa León XIII (su fiesta es el 5 de julio) Su cuerpo reposa en la Iglesia de San Bernabé en Milán (Italia). San Antonio vivió pocos años, pero dejó un aliciente fuerte donde su obra permanece viva hasta hoy a través de sus hijos e hijas.

(Biografía disponible: http://csprio.com.br/wp-content/uploads/2019/07/AVida-de-Santo-Antonio-Maria-Zaccaria.pdf.)